domingo, 2 de febrero de 2020

Sueño lejano, busco la llave

-Nath...

-Si, sigo aquí.

-Pero no por mucho.

-No, aunque la última vez fueron tres meses, ahora solo llevo aquí una semana.

-¿Cuánto duran los meses allá?

-Son más largos, usualmente aquí el tiempo es distinto, pero el tiempo allá es , mmh, lento. Sesenta días aquí son dos meses allá, pero la última vez que desperté fueron solo siete horas.

-Es raro su tiempo, pareciera estar desconectado al de aquí

-Más raro es loque aquí dura, no estoy seguro cuanto tiempo estaré de visita

Acabé la taza, el sabor me parece muy conocido, no es la primera vez que bebo esto...tal vez si preparara uno ... Sirvo de nuevo en la taza y la contemo, la porcelana blanca contrasta con la poca luz, las sábanas de azul pálido y el aroma a madera alrededor de nosotros.

-Allá preparo uno muy similar, más de uno...

-Puedes preguntar antes de irte, siento que te estas despidiendo de nuevo.

Su mano pasa por mi espalda, una semana en ésta villa, pero la encuentro hasta el último día, parece broma.

Doy otro sorbo, es una clase de té, no logro recordar bien donde lo he probado.

-Aún no logro encontrar la última llave, no he podido volver al bosque de origami, perdí a mi guía en uno de los portales , no creo que vuelva y ya he tenido tres visiones con ésta.

-¿Te refieres a mi? Son solo otros mundos, no te deberían preocupar, tampoco yo, solo era una posibilidad, ahora la misión es más importante, solo por aquí podía pasarte el mensaje. Viajas mucho en sueños, tuyos y ajenos. Veo que el amuleto sirve, para ser solo un trozo de latón.

Se recarga en mi espalda, sonrie y brillan sus ojos color café.

-Preguntame
-La llave de cobre...

-Ahí está esperando.

-Dejé al Wendigo entre portales, creo que llegó a un punto muy cercano a mi vieja casa.

El sitio empezó a erosionarse, grietas, polvo, se ha secado...como si incluso se marchitara. 

-Lo dejaste atrapado, ahora solo se alimenta del vacío de ese lugar pero no te encuentra, volviste a hacerle trampa...no vuelvas a entrar ahí si no es necesario, ya suficiente es que le arrancaras el cuerno.

Sonreí, es verdad, los otros wendigos no me detectan ni en sus bosques ni en la niebla desde ese día, pero he estado tan agotado que ni siquiera he viajado.

-Las visiones y la llave.

-Son diferentes, pero aún no preguntas nada.

El té se ha acabado al fin, dejo la taza en el suelo y me recuesto de nuevo, ella está a un lado, igual que hace dieciseis años, la almohada es azul pálido

y su espalda destaca entre las tinieblas del sueño.

-¿Hacia dónde giro la llave?

-Ah,  lo sabrás cuando aparezca la de cobre, ya sabes el giro, espero no tardes tanto, ahora duerme Nath (despierta Bram).


NathGoblin

martes, 1 de enero de 2019

Happy es nuevo para un año empiezo

Acaba un año.
Empieza un año.

¿Qué significa realmente? ¿Es nuestra forma de tratar de contener el tiempo? ¿De medirlo y sabernos lo suficientemente poderosos mentalmente como para definirlo entre lo que es, lo que fue y lo que podría o no ser?

¿Qué es el umbral de un "fin de año" sino una puerta más, una que no queda otra opción mas que atravesar (maldita/bendita sea la entropía)?

Me siento motivado por eso último...el saber que mi propia ignorancia pavimenta el camino andado, llenando de baldosas amarillas un pasado que cada vez y con mayor eficiencia me arroja hacia un futuro. El camino se alarga, crece y se acumula, ya no es ignorancia, ya es carretero el viaje que emprende mi cerebro, la mente al volante en un andar al que , por suerte y deseo veo lleno de ventura.

Año nuevo, a través de un portal se abre el sendero al que me entrego, no hay destino, solo Sino y la Dama jugando al Thud en el camino. Y sin embargo...

Escribiendo, así empiezo y así coloco la primer baldosa en este terreno. Pequeña nota al viento que guardo en este lugar, baúl del mar virtual al que de vez en cuando desempolvo, visito, ordeno y mantengo.

Venga, que hay pendientes, café, vida, un libro que acabar, promover y avivar, vida y otros, compartir y vivir el andar.

lunes, 6 de agosto de 2018

Shhhh, es secreto.

Shhhh, es secreto.

No lo crees, pero sigo aquí, pero no como lo solías ver, sino un poquito más escondido.

Oh, ¿no se te había ocurrido? aún hago notas en las hojas que caen del los árboles.

Cada luna llena he hecho un hechizo especial, ya van trece en estos días...

He estado recolectando el agua de las lluvias.

Entre libros, café y tecleo en la máquina, sino, ¿qué es esto?

Aveces creo que dejo muy abandonado este sitio.

Bueno, no muy, sino realmente abandonado.

Recuerdo que solía hacer más notas digitales que las que hago ahora en tinta.

Era normal, siempre anotaba sueños a deshoras y tenía otro estilo.

La verdad, encontré algo inesperado hace tiempo.

¿Alguna vez te ha pasado algo así? ¿que descubres algo que ya sabías, pero en realidad no del todo?

Por ese entonces creí que eran cuentos.

Ucronías de un mundo y sueños del otro.

Entonces comencé a escribir en una vieja máquina de escribir, y ahí volvió a mí.

Retornó a mí la sensación de algo que no había hecho antes, tal vez, o no lo sé.

Tiene ese atisbo de sueño, de realidad, de extraño suceso nocturno y de memoria olvidada.

¡Ah!, pero recuerda, es secreto, así que dejo esta nota aquí, por si lo descubres. 

viernes, 27 de octubre de 2017

Creer



-¡Eh, niño, no te alejes tanto!- se escuchó de una voz adulta tras un chiquillo que jugaba entre los escombros de una casa de tabiques. 

El pequeño hizo caso omiso del adulto (bien hecho) y caminó hasta haber creído escuchar algo. 

Volteó a sus lados y al pie de un árbol vio algo brillante. Acercándose poco a poco, empezó a escarbar entre las hojas y la tierra.

-¡Genial, un escudo!- Gritó de emoción al haber encontrado lo que quedaba de una tapa para rin. La empuñó y le dió varios golpes con una gran vara de madera.

-¡Ahora si soy todo un guerrero!- exclamó al retornar con el resto de niños, todos estaban jugando e imaginando historias imposibles.

Conforme iba alejandose, las hojas alrededor del árbol se agitaban. Detrás del tronco se parecía haber una figura en armadura con una espada colgando de su cinto. Con la mirada luminada , sus ojos siguieron al grupo que jugaba y correteaba de un lado al otro blandiendo varas de madera y al que usaba escudo.

-Nos volvemos a ver- Pronunció una voz que quemaba las hojas secas a su alrededor.

-Tan solo es un niño-  Respondió suavemente el caballero.

Dando la espalda a ese momento, el caballero se alejó junto al dragón y se desvanecieron tras una cortina de polvo y viento.

sábado, 14 de octubre de 2017

Consideraciones serias sobre un título...

Llevo meses, si no es que más, con un título en mente para el libro dos. Sin embargo, he ido pensando, ¿por qué no probar con otro?

¿Será el apego a esa "idea genial" lo que me ha detenido de reconsiderar realmente?

Creo que sí, ergo, he de modificarlo, retorcerlo, hacerlo cachos y ponerlo bajo la cama. Tal vez barrerlo, reencontrarlo, unirlo con pegamento y tachonearlo.

¿Es dificil el cambio? Siempre, y creo que de ahí radica la mitad del trabajo de un escritor, pues todos somos una bola de obsesivos compulsivos apasionados que lo quieren todo a la primera, o de segunda mano. Solo poniendo en tela de juicio ,  nos damos cuenta que tal vez vale la pena pulir, pulir, y volver a pulir algo hasta que debajo de todo encontremos una pizca de brillo.

Así que, haré modificaciones hasta que encuentre la idea, trabajaré en ello mientras reordeno los capítulos, redacto y paso el borrador 1 a borrador 2.

By the way... ayer fuer viernes 13, soñé que soñaba, pero mientras estaba dormido, mi otro "yo" dormido estaba redactando. Cada tanto le preguntaba el yo despierto al otro que qué opinaba de tal o cual detalle del nuevo libro. El yo dormido no respondió mucho, al final se escondió abajo de las cobijas dejando al otro yo trabajando solo.