miércoles, 14 de junio de 2017

Lector, hic paucis verbis.

A quien leyere o aún visitara éste lugar, no se si haya alguien... y aún así...

Me he embarcado en nuevas letras, y me encuentro a la espera de respuestas por las primeras en gran cantidad (Novela), así pues, cometo la locura de empezar un borrador de otro nuevo andar.

Inevitable e incluso patológico, sin embargo no puedo deshacerme de ello, por mucho que lo suelte, por mucho que lo entierre, siempre vuelve. Sea en el día, la tarde o las noches...sobre todo las noches y sus portales.

Los sueños son el tema actualmente y estos me han hablado, oh vaya que lo han hecho; destellos del futuro, brillos del deseo, incluso personajes que aún no he conocido y otros que ya están recorriendo sus propios andares.

He visitado más veces de las que recuerdo la Ciudad Verde, la Megalópolis y la Ciudad Hundida

Otras tantas he caído en reinos de Danat, Antares y del Erebo, sus yentes, sus seres y sus ríos, lagos y castillos. 

Confieso y a bien tengo decir que he visto en sus calles, sea por error, sorpresa o ventura a la cautiva del Dragón y su Torre Blanca, a la Bruja y su Ventana de Roca, al Caminante del Desierto de Fuego, los libros herejes, las aguas entre la cantera, y aunque no la haya visto, sé que la Hija Brillante ha estado también ahí.

Me quedan cinco meses antes de media noche, pero estos días, entre más letras, más tintas, más sueños y cantares, espero un poco para el siguiente hechizo.