miércoles, 20 de abril de 2016

Jarrón

Soñé con soles negros en un mundo demasiado luminoso.

Desperté y fuí por agua a la cocina, pero me perdí en el camino, justo en la esquina entre la sala de estar y la puerta que daba al exterior.

Caminé, no por largas y eternas horas, pero sí por un rato, fuí buscando la cocina, tenía mucha sed.

Encontré un pequeño riachuelo, "Qué raro" me dije, "No recuerdo que tuvieramos un riachuelo  en casa" y bebí un poco de él.

Agua fresca y de bosque, sabía a vida, a magia, a lo que bebían las ninfas y los goblins ( nunca elfos, son demasiado pretenciosos).

Volví por donde llegué al riachuelo, esta ocasión confundí el camino y entré a la cocina. "Qué raro, bueno, es el sueño seguramente, debería volver por un poco más de agua, solo por si la sed vuelve".

Tomé un jarrón decorado con un rostro y colores, no recordaba que lo tuviera en casa, pero era el único a la mano. Fuí hacia el riachuelo y lo llené de agua. Para ese momento el sueño me estaba ganando, así que le dí oportunidad de volver a abrigarme.

Soñé con soles negros en un mundo demasiado luminoso, tomé cada uno de ellos y los bañé en el jarrón con agua.

Fue cuando los devolví al cielo cuando noté algo extraño.

No sé si fué un error, ahora tengo tres soles brillantes allá a lo alto, mientras el resto del mundo se cubre de sombras.