En realidad, a veces me percato
de que soy un producto imaginario de un ser cósmico del otro lado de la galaxia.
No por ello irreal, pero si un
sustrato de ese ser.
Creo que vive por la ruta a nueva
Atenosis, en uno de esos asteroides
remodelados que arregla la compañía de Asteroides coloniales Nonmante.
En esos asteroides la verdad no
hay mucho que hacer, en realidad son una especie de Infonavit intergaláctico
que invita a sus residentes a buscar el alivio del viaje espacial.
Puede que algo tan surreal para
nosotros como es el recorrer las miles de lunas como parte del plan turístico
de las estrellas de la constelación del gran Pract-Noc (criatura de las mitologías primigenias de estos seres),
sea el equivalente a salir a dar la vuelta por el lago de algún bosque o
parque.
Al ser en la orilla del cosmos,
sin duda tiene la oportunidad de ver una danza del universo distinta, por un
lado a los soles nacer y morir tan solo de un viaje en nave espacia a través de
uno o dos agujeros de gusano y tener el tiempo de tomar la nave de vuelta para
llegar a cenar a su hogar en el asteroide.
Una Nebulosa Protosolar debería
de serle tan común, como la luz del sol para cualquiera de nosotros.
Y sin embargo, éste ser tiene el
tiempo, la energía, o tan siquiera la distracción para imaginar a un ser que no es
en verdad él mismo, pero si le recordaba a alguna ensoñación.
Puede que tenga algún equivalente
al papel o las computadoras y que de pronto en una noche de baja ensoñación,
empiece por preguntarse sobre sí mismo, a dudar si en realidad es o no alguna
clase de producto imaginario de un ser cósmico del otro lado de la galaxia…
-Natanael-