domingo, 30 de octubre de 2011

Rumbo a Tirrlian



Enciendo la marcha y dejo mi casa atrás.

Avanzando tan rápido por la carretera, siento mis piernas, mis brazos, mi mente alejándose cada vez  más de lo que conozco, de lo que recuerdo y me dejo ir hacia adelante a lo desconocido.

A un lado el sol se va alzando, siento la brisa entrando por la ventanilla, y puedo vislumbrar las montañas y los valles extendiéndose hasta donde mis ojos me permiten ver. Puedo sentir el canto de la tierra, el vibrar de los árboles y el color por todos lados invitándome a ir cada vez más rápido.

Rápidamente acelero y quiero romper el viento en esta nave, ahora es hacia el cielo a donde encamino el avance  y comienzo a elevarme. Siento como mis dedos tocan las partículas del cielo, sé que mi hogar ha quedado atrás y que ahora podré ver de frente al sol, pasear por la luna, y si quiero volar, bastará con usar mi traje espacial y abandonarme al cosmos que hay en esta inmensidad.

No es más que un comienzo.
P.D.
Por si alguien sabe mi nombre, puede notar la primer letra de cada párrafo jeje, incluída la última frase.

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